El Ajax de Fred Grim atraviesa uno de los momentos más difíciles de su historia reciente, reflejado en una Champions League desastrosa donde acumula cuatro derrotas consecutivas, un pobre registro ofensivo de solo un gol y una defensa que ha encajado catorce tantos, sin mostrar mejoría siquiera en el Johan Cruijff ArenA, donde también perdió sus dos compromisos. Su caída más reciente en el torneo, un 0-3 ante el Galatasaray en Ámsterdam, expuso nuevamente sus fragilidades defensivas y la falta de claridad en su estructura de juego. Esta dinámica negativa se extiende a todas las competencias, pues el equipo solo ha logrado una victoria en sus últimos cinco partidos, sumando un empate y tres derrotas, incluida la sorprendente caída por 1-2 frente al SBV Excelsior en la liga neerlandesa, un resultado que confirma la profunda crisis futbolística y anímica que golpea al club.
El Benfica de José Mourinho atraviesa un escenario contrastante, pues mientras su participación en la Champions League ha sido muy negativa —con cuatro derrotas consecutivas, apenas dos goles marcados y ocho encajados, incluidos dos tropiezos fuera de casa—, su desempeño en el resto de competiciones muestra una tendencia mucho más alentadora. En sus cinco encuentros más recientes, el equipo suma tres victorias, un empate y solo una derrota, lo que evidencia una recuperación progresiva en su funcionamiento colectivo. Su triunfo más reciente, un sólido 2-0 como visitante ante el Atlético CP, confirma que, aunque la Champions se ha convertido en un obstáculo difícil de superar, el conjunto lisboeta está logrando reencontrarse con la regularidad y la confianza que necesita para estabilizar su campaña.
